Virgen María Auxiliadora
Que tu Bendición santísima permanezca en mí noche y día,
en la alegría y en la tristeza,
en el trabajo y en el descanso,
en la salud y en la enfermedad,
en la vida y en la muerte y durante la eternidad.
OH Bendición de María Auxiliadora,
Dichoso quien te la pide, recibe y guarda,
y después de obtenerla aquí en la tierra
la lleve a su último suspiro como prenda de vida eterna.
Nuestro Auxilio esta en el nombre del Señor que hizo el cielo y la tierra.
Virgencita María Auxiliadora,
Acompáñame en mis viajes, en mis trabajos,
y protégeme de males y enfermedades.
María Auxiliadora,
Dame tu santísima Bendición Tú y Tu Santo Hijo,
para mí y para cada uno de mis familiares,
en este día y todos los días de mi vida,
Amén.
María Auxilio de los Cristianos en latín: Maria Auxilium
Christianorum es una advocación de María Auxiliadora (en la Iglesia Católica Romana) creada para la Virgen María y que lleva su nombre desde el año 345 con Juan Crisóstomo , tomó fuerza con el Papa Pio V en el siglo XVI y fue definitivamente popularizada con el desarrollo de las obras educativas y apostólicas de Don Bosco en el siglo XIX.
La persona que más tendría que ver con la popularización de la invocación de María como Auxilio de los cristianos sería el santo educador de Turín, San Juan Bosco, quien veía el florecimiento de sus obras apostólicas y educativas entre los jóvenes como obra de la Virgen María. Don Bosco comienza a referirse a esta con el nombre de María Auxiliadora a partir de 1860, año en el que relata que la Virgen le manifestó su deseo de ser honorada bajo dicho título y su voluntad de que se le construyera un templo.
Como Madre del Redentor, por fuerza y mérito de la corredención, Ella es la ayuda de la humanidad necesitada de redención; lo es también de cada individuo, porque es la Madre espiritual de todos.
ABRÁZAME
Abrázame tú María;
Tus gozos sean mi consuelo,
Llegue mi llanto hasta el Cielo
Hasta que aparezca el día.
Bendice mi pensamiento,
Imprégname con tu amor,
Alivia mi cruel dolor
Y mi duro abatimiento
En tu seno virginal,
Como con Jesús hiciste
Y al enemigo abatiste,
Líbrame de todo mal.
Protégeme de las cosas
Que me separan de Cristo,
Para estar siempre provisto
En sus manos amorosas.
Dame tu virtud que ostenta
Toda la fuerza de Dios,
Que en hermosa unión los dos
Capearemos la tormenta.
Tus gozos sean mi consuelo,
Llegue mi llanto hasta el Cielo
Hasta que aparezca el día.
Bendice mi pensamiento,
Imprégname con tu amor,
Alivia mi cruel dolor
Y mi duro abatimiento
En tu seno virginal,
Como con Jesús hiciste
Y al enemigo abatiste,
Líbrame de todo mal.
Protégeme de las cosas
Que me separan de Cristo,
Para estar siempre provisto
En sus manos amorosas.
Dame tu virtud que ostenta
Toda la fuerza de Dios,
Que en hermosa unión los dos
Capearemos la tormenta.